La zona nebulosa de la educación básica: la secundaria

Las políticas educacionales hoy en día responden a los intereses personales y económicos de las personas en el poder, dejando de lado lo que necesita la sociedad que es una educación que sustente los pasos a una vida honrada y digna para cualquiera que desee superarse.
Es difícil que en la situación que se encuentra la educación y en la desventajosa posición que se han labrado los docentes (con sus excepciones) se genere un cambio que revierta todos estos problemas que aquejan la educación secundaria, toda la educación básica.
Lo único que se puede hacer es cambiar por uno mismo y esperar que otros lo hagan, si no es así por lo menos uno sabe que hace algún bien en esta sociedad de caos.

Hablar de la “reforma ideal” para la educación secundaria que se buscaba a partir de 1993 nos remota a estudiar desde sus orígenes, sus transformaciones y problemas hasta su estado actual. Me parece que la actuación de Sáenz por buscar crear una escuela para jóvenes que quisieran continuar estudiando o inmiscuirse de lleno al trabajo fue y sigue siendo buena, lo que no previó fue la serie de problemas que esto podría traer: Inconformidad por restarle edad escolar a la recibida en el bachillerato, la propuesta de trabajo por áreas o asignaturas y la carga curricular, entre otras; aunque, estos no interfieran por completo la calidad educativa erogada a los jóvenes.
Sin embargo, aunado a esto y refiriendo a los constantes comentarios de mi compañero, me parece que otra aportación de este ilustre maestro es conscientizarnos para que dejemos a un lado los problemas magisteriales, nos centremos en elevar la calidad educativa, por extender la cobertura –para cumplir con el carácter de obligatoria adquirido en 1993-, y centrar la atención en los jóvenes con la finalidad de atender las desigualdades sociales que estos viven y contribuir a formar los ciudadanos que nuestro país necesita, pese a la situación político-social-económico-educativa que vivía el país de 1926 a la 1935 donde en estos años, debido al pensamiento Marxista del entonces secretario de educación Bassols (1931-1935), se había perdido más ese carácter humanizante adoptado para la educación básica de Ra.Ra. y Vasconcelos para centrarse más en las condiciones de trabajo y status que la sociedad actual demanda.